lunes, 31 de marzo de 2014

Portadas extranjeras: Espejismo (Wool)

¡Hola, holaaa! Buen lunes a todos :D

Hace ya tres años que el escritor Hugh Howey auto-publicó su libro Wool (Espejismo en la edición española) en Amazon, y fue gracias a su popularidad que luego una editorial se interesó por sus textos. Ahora, 3 años después, el libro se ha publicado en multitud de idiomas y ha sido un éxito de ventas, tanto el primero como sus secuelas. Hoy vamos a ver las diferentes portadas publicadas en varios países. Me gusta mucho que sean tan, tan diferentes. Normalmente hay cierto consenso o línea de trabajo en las portadas, pero en este caso son todas muy singulares.



La portada original es la primera, y la segunda es la publicada en España. ¿Qué os parecen? A mi sinceramente me gusta más la versión Inglesa (en el tercer lugar) aunque no le veo relación con el libro The Hunger Games. Evidentemente es un intento por parte de la editorial de enganchar al lector con otro best-seller (que no hacía falta, porque las historias no podrían ser más diferentes).
Otra de las portadas tiene un aire post-apocalíptico, con una noria muy dramática que induce a pensar en un mundo destrozado. 
En mi opinión la que es más fiel a la historia es Silo, que corresponde a la versión alemana. 
Finalmente el libro publicado en Hungría, A Siló, tiene una portada que me atrae y me repele a la vez. Es fiel a la trama, pero creo que un paisaje tan bucólico no cuadra con una historia distópica.

El libro solo tiene 46 páginas (se puede considerar una historia corta), y está publicado por Minotauro. Aquí tenéis la sinopsi del libro.
Los últimos seres humanos viven en el silo, una prisión subterránea que ellos mismos han construido. Desde allí pueden ver el exterior, una imagen pixelada del mundo devastado y contaminado que han heredado de sus antepasados. Pero esta visión que ofrecen las cámaras del silo se va degradando poco a poco, cubierta por los vientos tóxicos que matarían en pocos minutos a cualquiera lo suficientemente loco para salir al exterior.
Sólo hay un modo de que los habitantes del silo disfruten de una imagen clara del exterior: que envíen a alguien a la limpieza, la pena capital para todo aquel que quebrante las leyes del silo. Todos los condenados amenazan con no limpiar las cámaras pero todos acaban empleando sus últimos minutos de vida en llevar a cabo esta tarea. ¿Qué les empuja a hacerlo? El sheriff Holston siempre se ha hecho esa pregunta. Ahora está a punto de conocer la respuesta.

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